viernes, 17 de septiembre de 2010

La calma del cielo

En arrugas se guarda esa mugre
la que escupo cuando me golpeás
la vida me presta suerte de principiante
y un vacío avernal en el eje de mi angustia
Y un vaso, es un vaso roto y sucio
cuando tus labios lo soban, lo marcan
y lo abandonan...

Salpicas el agua del sol
con tus cabellos radiantes
ante la humildad de un falso dios
tus aciertos son incendios
tapando huellas con arena y heno
arrancando de tus senos la leche del ayer
para matar el mañana...

Un pozo húmedo y lúgubre huele a mi
me seduce, me conoce, me corrompe, me sabe
sabe al dolor de mis días
arrastra mi coraza hasta el fondo
y los ojos llenos de cielo se nublan
pero se niegan a llover
tienen miedo a la exposición
tienen miedo a morir por sentir
mas que un robot.