En el mambo de mi suerte
se me rió la desdicha
y despreocupé el presente
masticando la mentira
Horas dormidas enjuagan
los dientes de mi mañana
cayendo el suceso recién
cuando no me queda nada
De lo poco haré oro
y con las sobras un techo
para abrigar mi cuerpo
aunque se encuentre deshecho
Para el trastorno que convido
no hay oídos que aguanten
los días me están trompeando
y sin ponerse los guantes.
Voy cayendo por el pozo
que dejaron tus palabras
en el fondo están tus cartas
pero se encuentran quemadas.
3 comentarios:
No sé cómo aunque sé bien cuando, llegué a tu blog y recien ahora creo oportuno dejar mi huella. Hace unas semanas que estoy leyendo otros blogs sobre música pero el tuyo me atrapó de forma muy interesante, supongo porque no es para nada lo musical que estaba buscando.
En fin, ya se me hizo largo. Dejo un saludo y estaré pasando muy seguido.
*Para el trastorno que convido
no hay oídos que aguanten*
excelente!!!
saludos!
(eso que leiste y comentaste no es algo que escribí yo! si tocás en las palabras te re-direcciona al blog de la artesana de esas palabras. jajaja un saludo!)
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